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Cancer

Todo mundo conoce a alguien que ha experimentado el cáncer. La mayoría de la gente ha tenido que pasar por el quirófano al menos una vez en la vida.

Tanto el cáncer como la cirugía (incluso el sólo pensar en ellas) pueden evocar sentimientos de miedo; miedo a la muerte, a la desfiguración, y a la pérdida de la forma de vida que uno vive actualmente. El conocimiento de tener que someterse a una cirugía o recibir un diagnóstico de cáncer es una experiencia que involucra sentimientos, pensamientos, sensaciones físicas, así como el cuestionamiento de la conexión de uno mismo con un poder superior.

La forma de tratar la situación de la medicina occidental es tratar los síntomas o "cortar" el problema. Estas soluciones desequilibran aún más al cuerpo debido a que el cuerpo tiene que adaptarse a la nueva medicina y sus efectos secundarios, o a la eliminación de una parte del cuerpo cambiando así la forma en que funciona. La "cura" a menudo crea más problemas para la persona que lo que estaba experimentando primero.

Una forma diferente de acercarse a la experiencia de la cirugía o al diagnóstico de cáncer y su tratamiento consiste en considerar el Reiki. Ya que es una técnica de sanación oriental antigua, el Reiki trabaja en poner al cuerpo en equilibrio. Trabaja en los niveles físicos, emocionales, mentales y espirituales de cada experiencia.

El Reiki puede calmar las emociones, disminuir o eliminar el dolor físico, calmar la ansiedad mental y ayudarnos a volver a conectarnos con nuestra espiritualidad. También ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas y acelerar y fortalecer la capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo.

Puede hacer que la experiencia de la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía, sean más tolerables.

O sea que una persona puede tomar varios tratamientos de Reiki antes de la cirugía. Esto pone el cuerpo en mejor forma. Es como una limpieza o el fortalecimiento del sistema antes del "daño" de la cirugía.

Aquellos han tenido tratamientos de Reiki pre operatorios, han encontrado que tienen menos dolor, menor pérdida de sangre durante la cirugía y se recuperan más rápidamente.

El Reiki puede ayudar a liberar las toxinas del tratamiento y disminuir el malestar. El Reiki también puede calmar las emociones, ayudarles a superar la fatiga, y fortalecerlos para que puedan "seguir adelante" durante el tiempo difícil.

Algunas personas experimentaron también que después de un tratamiento de Reiki, las náuseas y los vómitos son menores.